Se trata de procesos para ablandar en general, piezas o materia prima endurecida por deformación en frío (laminado, trefilado, forjado, etc.) o también para destruir la estructura de temple cuando se hace necesario volver a trabajar en una pieza ya templada o liberar tensiones internas en partes soldadas o deformadas en frío.
El recocido se hace en hornos cerrados, con una atmósfera protectora que resguarda de la oxidación del aire y de acuerdo al ciclo térmico elegido se conoce por distintos nombres tales como recristalizado, globulizado, distensionado, etc.
El recocido en todas sus variantes se usa ampliamente, siendo aplicable también sobre materiales no ferrosos (cobre, aluminio, latón, bronces, etc)
Una aplicación especial es sobre materiales para usos magnéticos, donde se busca optimizar el comportamiento para electroimanes, reactancias, transformadores y partes magnéticas en general.
- Piezas
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